La cocina italiana es parte integral de las gastronomías mediterráneas, cuya dieta fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010 por la Unesco, y es imitada y practicada en todo el mundo. Algunas preparaciones más reconocidas son la pizza, el risotto, muchas formas de pasta, la parmigiana, la frittata, el gelato o el tiramisú. Italia también posee una larga tradición de vinos, café, chocolate, licores, quesos o aceite entre otros productos.